So me

Son las seis de la mañana. Volteo a verlo dormir a mi lado y pienso en ti. Otro desconocido al que le robo la juventud y la inocencia, otro amante anónimo que se marchará al amanecer. Y así es mi vida ahora, lleno los huecos que no alcanza a cubrir tu recuerdo con encuentros sencillos, efímeros, llenos de pasión y de entrega y con la más mínima demostración de amor posible. Nunca me sentí tan vivo como me siento ahora. Egoísta, lo admito. Obtengo mucho más de lo que entrego y consigo todo lo que quiero.

Tú mientras tanto, sigue rezándole a tu Dios tratando de obtener respuestas, sigue lamentándote por perder algo que nunca tuviste. Esa es la diferencia amor, que yo conocí el sabor de mis lagrimas sin llorar.