miércoles, junio 20, 2007

Murray

Reflexión aburrida en el lugar de nadie, donde hay tanta tierra que se te mete en la nariz. Como hoy, camino a casa cuando el viento pegaba tan fuerte en mi cara que decidí caminar agachando la cabeza. O anoche, que leí otra vez ese mail mental, y se había desaparecido. Y lo más raro es que ya ni siquiera pude recordar los nombres o los momentos, pero si estoy seguro de lo que sigue, y será mejor que antes. Ya quiero verte, abrazarte y darte un chingo de besos.